Erase una vez…
Unas liebres que se reunieron y se lamentaban de su triste suerte: ¡tener que sentir miedo de todos! De los hombres, de los perros, de todos los demás animales.
¡Mejor morir de una vez por todas que vivir con tanto miedo! Tomada esta decisión, todas las liebres corrieron hacia un estanque para arrojarse a él y ahogarse. Pero las ranas que estaban quietas en torno al estanque, apenas advirtieron las pisadas de las liebres, saltaron al agua.
Entonces una liebre más sabia que las otras dijo:
«Valor compañeras ¿Habéis visto ? ¡Animales hay que tienen más miedo, incluso de nosotras!»
P. Pancrazi